El músico de Godella i el su quinteto presentan en La Mutant el disco ganador del último premio Carles Santos de jazz

Desde la emblemática Sedajazz a los imprescindibles Perico y Elma Sambeat, pasando por los ritmos neoyorquinos heredados por Le Dancing Pepa, el jazz valenciano atraviesa por uno de sus mejores momentos. Un reconocimiento al que también ha contribuido, en gran medida, la figura del saxofonista Manolo Valls (Godella, 1974), formado en su día junto a maestros como Claude Delangle, Arno Bornkamp o Roque Baños, y curtido en el campo de la improvisación jazzística de la mano de referentes como Jesús Santandreu, Josep Lluis Galiana o el propio Perico Sambeat. A lo largo de su trayectoria profesional, ha tocado y grabado junto a las mejores formaciones de la comunidad y del ámbito nacional e internacional, compaginando esta faceta con su labor pedagógica en diferentes escuelas de música desde hace ya más de dos décadas.

En 2013, Valls se puso al frente de la Big Band Casino Musical de Godella, y tres años después puso en marcha un grupo de jazz para poder experimentar con sus propias composiciones. Así nacía su primer disco como Manolo Valls Quartet, República cromática (Sedajazz Records, 2017), una plasmación de su particular mundo donde la música era una herramienta para expresar emociones y crear una paleta de colores sonoros. En 2020, reconvertida ya la banda en Manolo Valls Quintet, llegaba El ball de les muses, un nuevo álbum de estudio reconocido recientemente con el Premi Carles Santos de la Música Valenciana como mejor disco de jazz.

El próximo jueves 25 de marzo (19:30 horas), el saxofonista godellense y su grupo se subirán al escenario de La Mutant para presentar en directo un trabajo donde Valls se reinventa a sí mismo, y donde, según reconoce, “modernidad y tradición se mezclan de una manera totalmente natural”. A su lado estarán algunos de los mejores músicos de la escena jazzística valenciana, como Pepe Zaragoza (trompeta), Amadeo Moscardó (piano), Oscar Cuchillo (contrabajo) y Rubén Díaz (batería), escuderos de lujo para un disco en el que Manolo Valls apuesta por los nuevos sonidos y rinde tributo a esas “musas” que inspiran su creación artística.